El segundo día, la Fábrica Santo Thyrso fue invadida por entusiastas de la apicultura venidos de todo el país y del exterior, así como por aquellos curiosos sobre el talento de las abejas. También fue el día de la Cena de Gala y gran encuentro del sector apícola, que culminó con un notable castillo de fuegos artificiales. Aún es pronto para decir algo definitivo, pero el Norte ha demostrado que sabe acoger muy bien a la gente. ¡Intentaremos cerrar de la mejor manera!